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Retos y desafíos del sector Cruceros para 2019

Alfredo Serrano. Director nacional de CLIA España

  • Última actualización
    05 abril 2019 12:18

Este será, sin duda, un gran año para el sector de los cruceros, que según las previsiones de CLIA superará en 2019 –y tras más de una década de crecimiento ininterrumpido¬–, la barrera de los 30 millones de cruceristas. Para hacer frente a este desafío, a lo largo de los próximos meses la industria de cruceros botará 18 nuevos barcos y en los próximos años las principales navieras ampliarán sus flotas e incluso las doblarán; sin duda una gran oportunidad para invertir más y mayores esfuerzos en desarrollar nuevos mercados y dirigir con mayor éxito las marcas a segmentos específicos del mercado.

Ya sólo en España más de 10 millones de cruceristas pasaron por nuestros puertos durante 2018, un 9,6 % más que el año anterior. Según el último informe del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC), la aportación del turismo al PIB español fue del 14,9%, además de generar más de 2,8 millones de puestos de trabajo. Por su parte, España es el quinto mercado que más se beneficia de la industria de cruceros en Europa. En nuestro país la industria de cruceros generó 31.233 puestos de trabajo.

Según este organismo, la positiva evolución del turismo español se debe a una combinación de factores, entre ellos las buenas conexiones de transporte, la calidad de la oferta, la experiencia del sector y la colaboración entre las administraciones públicas y las empresas privadas.

Sin embargo, esta organización alerta también de  la turismofobia, sin duda otro de los grandes desafíos a los que se enfrenta el sector y que no afecta en absoluto únicamente a la industria de cruceros –de hecho, aunque Barcelona es el puerto con más cruceristas de Europa, éstos suponen solo el 7% del turismo total, frente al 20% del gasto en la ciudad que representan– sino también al resto de actores implicados en la gestión turística, tales como destinos, agencias de viajes, hosteleros o administraciones. Con la vista puesta sobre este fenómeno y muy enfocadas a la desestacionalización y a aliviar la posible saturación de determinadas ciudades, las navieras han hecho un esfuerzo de diversificación en los puertos de destino y por mejorar la oferta durante el mercado invernal.

En este sentido la imposición de una tasa extra a los pasajeros de crucero, recientemente aprobada en el puerto de Ámsterdam, por ejemplo, donde los pasajeros de cruceros en tránsito mayores de tres años que permanezcan en el puerto menos de 24 horas deberán pagar una tasa de 8 euros extra y 16 euros aquellos que amplíen su estancia más allá de las 24 horas, reportará a las arcas municipales sólo a través de este nuevo impuesto 1 millón de euros extra aproximadamente en el caso de los pasajeros que se queden un día, el doble para aquellos que permanezcan más tiempo.

Por establecer una comparación, se estima que en 2019 la contribución del 99% del turismo restante contribuirá, vía otros impuestos turísticos, a las arcas de la ciudad con apenas 80 millones de euros. Es evidente que la contribución de los pasajeros de cruceros es extremadamente desproporcionada. Mientras tanto, algunas navieras ya han anunciado que se retiran del puerto de Ámsterdam y se trasladan a Rótterdam.

El turismo de cruceros es un turismo de calidad, respetuoso con el entorno y que además realiza un gasto en la ciudad que visita. Casi el 40% de los puestos de trabajo generados y el 55% de la facturación total derivada de la actividad de cruceros se concentran en sectores no vinculados con la actividad turística. Sólo en España, la industria de cruceros supone 1.481 millones de euros de contribución económica directa y su actividad –sólo en el Puerto de Barcelona– supone anualmente 206 millones de euros de rentas fiscales.

En cuanto a la sostenibilidad, CLIA y sus miembros están totalmente comprometidos con nuestros océanos y nuestras costas y no solo se cumplen, sino que se superan los criterios regulatorios aplicables a los residuos sólidos y las emisiones de agua y gases de efecto invernadero. El 43% de los barcos de crucero ya cuentan con sistemas de limpieza de gases, el 48% de los nuevos pedidos contarán con estos sistemas, y otro 34% estarán propulsados por gas natural licuado. De hecho, recientemente la industria global de los cruceros anunció el compromiso histórico de reducir el índice de emisiones de carbono en toda la flota en un 40% para 2030.

La comunicación es y será uno de los retos en constante transformación a los que nos enfrentamos como industria, no sólo en cómo hacemos llegar al público en general nuestros esfuerzos en materias como sostenibilidad, seguridad o innovación, sino en esforzarnos en mejorar la comunicación entre puertos, destinos, navieras y asociaciones, así como explicar a las comunidades locales y a la prensa los beneficios del turismo de cruceros en términos económicos, de empleo, de producción, y de dinamización turística.