Startup, nativos, emprendedores, Containerised Freight Index, inteligencia artificial, robótica, Índice de Conectividad, automatismos, drones, hackathon, incubadoras, ecosistemas, big data, blockchain, impresoras 3D, nuevas redes sociales… parece que los nuevos tiempos vienen con nuevos términos y que a los logísticos que tengan algo de futuro no les va a quedar más remedio que volver a la escuela. De todos esos términos y de poco más se va a hablar en nuestro mundo y en todos los mundos en un futuro que nos adelanta por todas partes.
¿Por qué no se habla todo lo que se debería de estos temas en los medios de comunicación? Porque a todos nos gusta hablar de lo que creemos que sabemos: de fútbol y de política. ¿Por qué no se nombran estos asuntos en las charlas de los políticos de turno? Por lo mismo, pero quitando a veces el fútbol. Con el tiempo, conforme el futuro se vaya convirtiendo en presente, todos acabaremos entrando en esa muleta que ponen ante nosotros los más jóvenes. Sabemos que, en este caso, el riesgo de estocada se multiplica si no corremos con furia hacia ese mañana del que se han apoderado los nativos tecnológicos.
El talento es más importante que nunca. Saber detectarlo, formarlo, desarrollarlo, sigue siendo la clave, pero ya no podemos ignorar que el talento que vale es el que se maneja bien con lo nuevo, no con lo de siempre. En logística hay empresas que están realmente volcadas con estos temas. Las que nos vienen a la cabeza no son nuevas, de hecho las hay ciertamente clásicas, pero sí tienen el denominador común de que su alta dirección está totalmente volcada en estos asuntos. Hace falta mucha implicación de los máximos responsables de las empresas para que éstas se vuelquen en algo que no es palpable hoy, pero que será imprescindible mañana.
Ante este reto, los empresarios logísticos han de tener claro que están solos. Muy solos. En estos días he tenido ocasión, cosas de la pre campaña electoral, de charlar con diversos políticos, unos de pelaje hirsuto y otros de aceitoso tupé. No les hablen de nada material porque estarán perdiendo el tiempo. Su mundo no es otro que el arte de atacar a partidos y políticos, rivales o no. La inquina mueve más que el cariño y a casi todos nuestros políticos les mueve la tensión máxima contra otros candidatos a entrar en las listas, contra otros partidos, contra los medios, contra otros políticos. Se saben mejor qué dijo Fulano ayer en el tercer renglón de la página 33 del diario X, que por dónde habría de ir el Acceso o la autovía. Ni idea tienen de lo terrenal, de lo que pasa hoy, cuanto menos de lo que pudiera o pudiese pasar en nuestro entorno en un futuro.
El sector logístico, el que es competitivo, está acostumbrado a planificar las cosas con mucho tiempo de antelación. Por eso, sin que nadie les presione, sin que ninguna corriente política les acompañe, se están empezando a poner las pilas en estos temas. Ayer mismo se quedó pequeña la sala de conferencias del Edificio del Reloj del Puerto de Valencia. Máximos responsables de empresas logísticas querían saber de “Conectividad y competitividad”. Confieso que ver la reacción del sector ante esta temática me llenó de optimismo. Me acordé de tres cosas: que el futuro es cuestión de tiempo, que con nuestros políticos centrados en el presente más inmediato, hemos de lidiar solos contra el futuro, y que… lo ganaremos, si, como siempre digo, nos dejan en paz.
