Menú
Suscripción

Spam y comunidad

Wikipedia define spam como correo basura, mensajes basura, correo no solicitado, enviados en grandes cantidades. Podemos personalizar la certera descripción de la marisabidilla web, y añadir que spam son también los grupos de opinión retorcida basados en informaciones falsas, que hacen tantos grandes esfuerzos por seguir equivocados como por confundir a un creciente número de personas.

  • Última actualización
    26 septiembre 2019 18:06

 Colocar a estos mensajes y a sus emisores en su sitio, es decir, en la bandeja de indeseables, es lo que nos toca hacer. El otro día charlando con un muy admirado directivo de nuestro sector sobre medios de comunicación, me decía: “ese ni lo veo, lo tengo como spam”. En la línea habitual de sus pocas, pero meditadas, y por tanto sabias observaciones, me pareció ésta una de sus sentencias más acertadas. Esa es la clave. Identificar a cada cual. A partir de ahí, medios de comunicación, periodistas, políticos o personas humanas, poco podrán hacer por fastidiarnos (con jota) el día o la vida. La equivocación es perdonable, cómo no. La mentira no. Una vez que hemos detectado a un tipejo mentiroso, la reacción, por higiene mental, no puede ser otra que ubicarlo en la bandeja de no deseados o indeseables, donde ni abriremos sus mensajes, ni leeremos sus comentarios ni oiremos sus palabras. Estos colectivos que se agrupan para hacerse eco de mensajes basura sin contrastar, han de tener su antídoto en la acción de las distintas comunidades logísticas. Cuando la comunidad portuaria de uno u otro puerto se pone en sintonía y el fin a perseguir es justo y necesario, surgen grandes y muy esperanzadoras iniciativas. Los movimientos de responsabilidad social o de defensa del medio ambiente crecen y se multiplican por las distintas comunidades portuarias de nuestra geografía logística. Con más o menos intensidad en unos puertos o en otros, los colectivos, conectados por compartir un medio de vida común, están alcanzando, con esa unidad, objetivos de inmenso relieve, por ejemplo, en la defensa del medio ambiente. La lucha contra el plástico o la búsqueda de energías más limpias, ha desatado una esperanzadora actividad de los puertos. Estas ejemplares realidades de responsabilidad social o de defensa del medio ambiente no saldrá en los medios. Están demasiado ocupados con noticias llamativas basadas en declaraciones de unos y otros sustentadas en mentiras. No hemos de perder demasiado tiempo en tratar de enderezar algo tan retorcido. Esa energía y ese trabajo ha de seguir volcándose donde lo estamos haciendo, en activar cada vez más la voz, el conocimiento y la acción de las comunidades portuarias en perseguir logros cada vez más valiosos para los puertos y sus zonas de influencia. Así, por ejemplo, se ha trabajado duro, en silencio, durante meses, en una iniciativa que culminó el pasado martes, cuando el Centro Portuario de Empleo de Valencia, con la colaboración de la APV, posibilitó que se conociera un poco más la realidad de ese puerto. Representantes de distintos organismos e instituciones pudieron conocer de cerca, a pie de muelle, en directo, sin filtros, la actividad portuaria en general y la faceta de seguridad en el trabajo en particular. Se fueron con todo muy claro y con una sensación de orgullo por lo que habían podido constatar a pie de muelle.

Como ya sabemos que uno gritando hace más ruido que mil callados, las comunidades portuarias han de ir a lo suyo, que es lo de todos, a seguir luchando por la economía, la responsabilidad social y el medioambiente. Dejemos el ruido para el spam.