Siempre que comentamos que nos ganamos la vida con Diario del Puerto, suelen preguntar lo mismo, ¿cada cuánto tiempo sale?
Y siempre les suelto la misma impertinencia: ¿Qué parte de Diario no has entendido? Superado el momento de hilaridad, la siguiente pregunta suele ser también la misma: ¿Hay noticias para tanto? En el sector logístico les explico, hay de todo: economía, sucesos y logística incluso. Hasta una liga de fútbol tuvimos hace años. Por tener, tenemos hasta una sección rosa. Que si Pepito se acuesta con Menganita, que si a Butanito le han pillado llevándose crudo de su empresa, que si los estibadores fuman, que si tiran las colillas al suelo, que si a Fulano lo van a despedir y lo saben todos menos él, que si Menganita se acuesta con Fulano (cómo es Menganita, por cierto). Lo que ocurre es que esta sección informativa no se publica ni en papel ni en internet. Tiene su vigencia en los corros de los cócteles y en las paradas para el almuerzo. Habita en las cafeterías y reverdece a base de cañas y carajillos. El día que se publiquen haremos el Diario de más éxito en nuestros más de 25 años de vida. El de más éxito y el último. Como ven, el sector, cuando se le conoce bien, da para mucho. A partir de ahí se hace necesario que los que nos encargamos de difundir noticias seamos capaces de separar lo contrastado de los sospechado, lo útil de la paja, mental. Además de todas estas especialmente variadas temáticas, hay un asunto que ocupa y preocupa al sector de forma intensa. En un interés tan constante como sorprendente. En estos días en los que se ventea ya la suave primavera, no es la estiba, la automatización de las terminales, el Brexit o los nuevos mega buques lo que se lleva la palma entre los temas que más interés despiertan. El sector es especialmente sabio y, durante los próximos meses, de lo que se habla en nuestro mundo logístico, lo que realmente apasiona, lo que eclipsa casi todo lo demás, es el Concurso Mundial de Paellas para empresas del sector, organizado por la falla J.J. Dómine Port y Diario del Puerto, y de la Fiesta de la Logística de Barcelona, más conocida como la Buti Buti, organizada por la Comisión Organizadora y Diario del Puerto. Estas citas gastronómico-festivas no son las únicas, ya que con el tiempo se han consolidado otros eventos similares que se llevan a cabo en otros puntos de la geografía logística nacional. Todo un bullir de profesionales volcados con eso de pasárselo lo mejor posible. Ya ven, sin salir de este mundillo nuestro tenemos hasta nuestras propias “fiestas patronales”. Esas a las que se apunta hasta el patrón. Economía, sucesos, deportes, ocio… luego se extrañan de que le llamemos mundo logístico a nuestro sector. Aunque estos días esté flotando en el ambiente el ocio, la primavera, la comida al aire libre, la música y todo eso, no crean que no queda tiempo para todo lo demás. Hay quien se ha disgustado porque celebremos estas fiestas cuando han coincidido con una crisis o conflicto. Creemos que estas fiestas de la logística no sólo no impiden que todo vaya mejor, sino que lo facilitan, a base de concordia y buen ambiente. Todas las temáticas forman parte de nuestro mundo, incluso la fiesta, con tanta o más importancia. Sin sonrisas todo lo demás tiene poco sentido. Nos vemos en las paellas el día 8. Y en la Buti el 31 de mayo.
