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Vocaciones

Andan estos días miles de chavales y chavalas de todas las comunidades autónomas de España viviendo en un sinvivir, en un ay, por conocer el destino que les deparará el resultado del examen de la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad), es decir,  la Selectividad de toda la vida.

  • Última actualización
    12 julio 2020 13:02

Antes, hubieron de rellenar la correspondiente preinscripción marcando por orden de preferencia las diferentes titulaciones y universidades en las que aspiraban a conseguir plaza. En la elección del grado universitario influyen factores diferentes en cada persona. Mientras unas priorizan la vocación, para otras lo más importante son las posibilidades laborales o la retribución económica. 

Medicina, Ingenierías, Ciencias, Economía, Derecho, Arquitectura, Arte y Humanidades... la lista de grados y especialidades universitarias es hoy más numerosa y específica que nunca, con una oferta ampliada también al sector del transporte y la logística con nuevos grados en Logística y Negocios Marítimos, Transporte y Logística, Ciencias del Transporte y la Logística, Náutica y Transporte Marítimo, entre otras. 

Pero mientras el Covid-19 ha destapado nuevas vocaciones sanitarias que anticipan un importante efecto llamada, no parece que los grados en transporte y logística hayan asomado por los primeros lugares de las preferencias de los estudiantes, a pesar de que el sector logístico haya tenido también un papel fundamental durante el confinamiento como servicio esencial para la sociedad.

Los jóvenes no acaban de percibir el sector logístico como un ámbito de desarrollo profesional, tanto por falta de conocimiento del mismo y de las grandes posibilidades que ofrece, como por la ausencia, hasta hace recientes fechas, de grados específicos. Y sin embargo, este sector sí  está en condiciones de dar perfecta respuesta a las tres grandes motivaciones que influyen en la elección del futuro profesional por parte de los jóvenes: vocación, empleabilidad y adecuada remuneración económica. Recientemente, el Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi presentó las conclusiones del proyecto “El talento en el sector de la Logística, Movilidad e ITS. Necesidades actuales y futuras”, que destaca la alta demanda existente de profesionales adecuadamente formados en soluciones y métodos logísticos o en sistemas de planificación de transporte, por ejemplo. 

Mientras estos indicadores muestran que la recuperación en la logística y el transporte podrá ser más rápida y superior a la media de sectores, este futuro despejado parece que sigue sin seducir a los jóvenes como atractivo profesional

Al mismo tiempo, un estudio de la empresa de recursos humanos Randstad señala que a nivel nacional, la logística, con más de 79.000 contratos (gran parte no requieren titulación universitaria), fue en junio el octavo sector empleador del país  y destaca que la gran mayoría de los empresarios de la logística confían en recuperar los niveles anteriores a la crisis antes del primer semestre de 2021. Así piensan el 86,3% de los empresarios encuestados, mientras que el 57% prevén recuperarse antes de que termine 2020.

Sin embargo, mientras estos indicadores muestran que  la recuperación en la logística podrá ser rápida y superior a la media de sectores, este futuro despejado parece que sigue sin seducir a los jóvenes. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha alertado de que los estudiantes no eligen carreras que va a precisar la sociedad en el futuro y apenas tres de cada diez universitarios se preparan para las profesiones del futuro.

La logística tiene futuro, altas posibilidades de inserción laboral y buenos niveles de retribución. Pero faltan suficientes vocaciones. ¿Podrá alimentarse esta industria sin profesionales vocacionales? ¿O tato confía en que sabrán descubrir esta vocación a posteriori?.