MADRID. Diferentes problemas en la implementación tecnológica del sistema de navegación del nuevo aparato tacógrafo y otros, motivó el retraso de las dos marcas fabricantes de los nuevos aparatos en poder homologar y posteriormente iniciar su fabricación. De hecho, uno de los fabricantes recibió el visto bueno de homologación el pasado 17 de Agosto, lo que en la práctica ha supuesto que los fabricantes de vehículos hayan recibido muy pocas unidades hasta la fecha, insuficientes para equipar los aproximadamente 300.000 vehículos de transporte que anualmente se fabrican en Europea, se explica desde Fenadismer.
Pese a dicha preocupante situación y el requerimiento de los Estados miembros, la Comisión Europea ha optado por no dar hasta la fecha ninguna solución armonizada a nivel europeo, dejando el problema en manos de los Gobiernos nacionales, y condicionando cualquier posible actuación por su parte en función de cómo evolucione la situación para el próximo mes de septiembre, pese a que en la actualidad podrían estar afectados aproximadamente unos 40.000 camiones y autobuses en toda la Unión.
“Este incomprensible desentendimiento por parte de la Comisión Europea, ha llevado a muchos Estados miembros a adoptar, de forma descoordinada, medidas extraordinarias a nivel nacional para tratar de resolver la situación, cómo es el caso de España, en el que el Ministerio de Transportes junto con los de Industria e Interior han habilitado un régimen excepcional de prematriculación, como ya informó Fenadismer hace unos días”, ha recalcado.
Para la Federación, el problema se podría extender y agravar a lo largo de 2024, teniendo en cuenta que todos los camiones y autobuses que realicen transporte internacional deberán sustituir antes de que acabe el próximo año su actual aparato tacógrafo analógico o digital por el nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación, “lo que afectaría más de 1.5 millones de vehículos de transporte en toda la Unión Europea”.