MADRID. Dicha imprevisión ha traído como resultado que los nuevos vehículos no incorporen el tacógrafo adecuado, que en la documentación de dichos vehículos deban constar dos fechas de matriculación y, lo que es más perjudicial para sus propietarios, que en el verano de 2025, aquellos que realicen transporte internacional, deban de cambiar el mismo, apunta la organización.
“No parece razonable que sean los transportistas los que deban de afrontar los costes derivados de una sustitución o adaptación del tacógrafo para el caso de aquellos camiones que se matriculen desde el 21 de agosto hasta final del presente año, toda vez que ellos no son responsables de la imprevisión y premuras de unos y otros”, ha señalado Fetransa. “Más, si cabe”, añade, “si tenemos en cuenta el atasco que seguramente se producirá en dichas fechas por las solicitudes de sustitución de aparatos de control, lo que seguramente redundará en un alza del precio del tacógrafo fruto de la ley de la oferta y a demanda”.
La asociación ha señalado que no sabe “si se trata de pura especulación con el fin de elevar el precio del aparato de control o simplemente imprevisión. Ya empieza a resultar cansino y sospechoso, que todo se explique por la ausencia de suministros, sobre todo microchips, ya que la ausencia de recambios se extiende a peldaños, calandras, puertas, etc, y que, mires por donde lo mires, pocas piezas electrónicas incorporan”.
“Por todo ello”, concluye Fetransa, “solicitamos que, de tener que hacer cambios o adaptaciones en los tacógrafos que incorporen los camiones que se matriculen entre el 21 de agosto y el 31 de diciembre del presente año, los costes de tales cambios o adaptaciones sean asumidos por los verdaderos responsables, es decir, los fabricantes”.