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Las infraestructuras de transporte, en el debe

  • Última actualización
    11 octubre 2023 17:06

Desde la segunda mitad del siglo XX, Israel se ha enfrentado a diversos conflictos armados que han comprometido la seguridad nacional. Durante esas décadas ha priorizado gastos presupuestarios dedicados al Ejército frente a las infraestructuras de transporte y el resultado de esta situación se percibe en la actualidad. Sin embargo, a partir de la década de los 2000, el Gobierno tomó conciencia de estos problemas y desarrolló por primera vez un plan eficiente y único dedicado al transporte de Israel.

En 2021, el ministro de finanzas, Avigdor Lieberman, anunció que, a lo largo de una sola década, se pondrán en marcha proyectos de infraestructura por un valor total de casi 35.000 millones de dólares. Actualmente, Israel tiene motivos para asegurar que la construcción de nuevas infraestructuras de transporte, así como la actualización de las ya existentes, es una de sus prioridades principales.

Red ferroviaria y carreteras

En 2022, y tras crecer su PIB más de un 8% el año anterior, el FMI estima que Israel alcanzará una renta per cápita nominal de 54.700 USD, lo que le sitúa en el puesto 16 del mundo, al nivel de Canadá y por delante de países como Francia, Reino Unido, Alemania o Austria. Además, según el Foro Económico Mundial, Israel es el país número 26 con la mejor calidad de infraestructuras del mundo. Sin embargo, esto le sitúa diez puestos por detrás de su nivel de renta per cápita actual. Su mejor indicador es la densidad de ferrocarriles aunque la calidad de sus servicios es su peor indicador. En 2019 se transportaron más de 8,5 millones de toneladas de mercancías en su red ferroviaria.

En cuanto al transporte por carretera, Israel cuenta con 20.200 kilómetros de calzada, de los que el 100% está pavimentado y aproximadamente 1.600 kilómetros corresponden a autopistas. No obstante, en contraste con otros países desarrollados, se puede decir que el estado actual de la infraestructura de Israel es más deficiente, ya que se trata de un país cuyo desarrollo ha sido más tardío y que además ha tenido que destinar a lo largo de décadas gran parte de su presupuesto en el Ejército y la seguridad nacional, lo que ha causado que el país no comenzara a llevar a cabo inversiones significativas en el sector de las infraestructuras de transporte hasta esa década de los 2000.