Logistop, asociación multidisciplinar e interterritorial en el ámbito de la innovación logística, ha organizado una jornada “Distrifuture 2” dedicada a la sostenibilidad en la era digital y el futuro de la distribución urbana de mercancías (DUM). En el acto han participado diferentes empresas del sector del transporte y la logística, así como representantes de instituciones públicas de Madrid, Barcelona y San Sebastián, para compartir conocimientos.
MADRID. Esta mañana, Logistop ha organizado mesas redondas para abordar los temas relacionados con la estrategia pública sostenible y digital en la DUM (con Javier Carvajal, miembro del departamento de Planificación de la Movilidad Ayuntamiento de Madrid; Marc Iglesias, jefe de servicio de gestión de Movilidad Sostenible en Barcelona; y Jone Argoitia, directora del departamento de Movilidad del ayuntamiento de Donostia) y el camino hacia los nuevos vehículos de distribución urbana (con Alasdair Leapman, de HYVIA; Enrique Ruiz, jefe de prensa de Mercedes-Benz Vans España; Jordi Escruela, de MOOEVO; y Jose Mari Gómez, de Scoobic).
Enrique Ruiz (Mercedes-Benz Vans España) considera que “los tiempos que marca Europa para la transformación del diésel no son viables”. Además, también manifiesta la importancia de ofrecer las alternativas entre el transporte eléctrico y el diésel ya que “en función de la necesidad, resulta favorable uno u otro”. “Además, nada tiene que ver el combustible que se usaba hace muchos años con el de ahora”, añade.
Visión que comparte con Jordi Escruela (Mooevo), quien traslada que “el impacto que me produjo que haya que reducir las emisiones a la mitad en tan solo seis años. Después de muchos años de esfuerzo, ahora llega esta exigencia”.
Enrique Ruiz añade que el reto para la tecnología es el hidrógeno pero “necesitamos directrices e infraestructuras”. “En función del vehículo y las tecnologías disponibles tendrá sentido una determinada opción, aunque todos formen parte del reto de la digitalización de la distribución urbana de mercancias”. Con ello, explica que “el hidrógeno no es electricidad sino un vector, y falta conocimiento sobre los lugares de repostación, pues no hay gran disponibilidad ni una estrategia clara”.
“Necesitamos directrices (...) no hay una estrategia clara para el hidrógeno”
Alasdair Leapman ha señalado que la confusión existente sobre las directrices de las diferentes tecnologías disponibles, así como una mejora necesaria en las infraestructuras disponibles para el repostaje de estas nuevas tecnologías. “Ahora mismo, al menos que nosotros tengamos detectada, no existe una estrategia claro. Necesitamos directrices más claras y más infraestructuras”, ha destacado.
En opinión de José Mari Gómez (Scoobic), “la logística urbana es insostenible económicamente y a nivel medioambiental”. “No basta con colaboraciones públicas y privadas. Hay que fabricar en España, no depender de Asia, generar empleo en España y contar con una tecnología propia y de exportación, y esto les compete a los organismos públicos”, ha afirmado.
En cuanto al papel del hidrógeno, José Mari Gómez indica que “el hidrogeno es el camino que tiene sentido, es mi apuesta. Cuando hablamos de hidrógeno pensamos en la pila, pero el hidrógeno como combustible inyectado en un motor de combustión es como usaban los taxis con gas”, y añade que “los eléctricos no sabemos dónde se reciclarán, nadie nos explica dónde quedarán esas baterías”.
En lo que respecta a la DUM, según el CEO de Scoobic “se requiere ampliar el número de vehículos, más variados, pequeños, estrechos y fáciles de aparcar en el punto de entrega y, por supuesto, cero emisiones”.
La voz de las instituciones de Barcelona, Madrid y San Sebastián
Respecto al uso de la tecnología para dar respuesta a las necesidades del sector, Marc Iglesias considera que “la tecnología tiene un papel fundamental para optimizar la gestión de la vía pública”. En su caso, pone de ejemplo la ciudad de Barcelona, donde hacen uso de una herramienta pública y gratuita llamada SCROP: “Permite la carga y descarga en el entorno metropolitano y nos está dando buenos resultados. Todos los municipios se rigen por este mismo funcionamiento y así todas las ciudades siguen la misma coordinación”.
El objetivo de este Plan de Movilidad busca avanzar mucho más rápido en la ejecución de regulaciones y normas, así como armonizar el funcionamiento de estas. “Cuando se consulta al sector del transporte y la logística, la medida que más pide el conjunto es ampliar esta herramienta, porque con una sola herramienta puedes visualizar todas las zonas, disponibilidades y operar”, puntualiza.
Además, esto permite a la administración obtener numerosos datos e información a tiempo real para gestionar mejor la ciudad y tener más margen de planificación. “Para qué queremos la tecnología si no es para hacer una mejor gestión de la ciudad”, ha pronunciado Marc Iglesias.
Por otro lado, Marc Iglesias ha destacado que, en la coyuntura actual del sector del transporte, los vehículos singulares y los autónomos o empresas únicas cuyos miembros están próximos a la jubilación “deben recibir ciertas reducciones o moratorias como soporte”.
“Todos los distribuidores piden lo mismo: ampliar las zonas de carga y descarga”
Jane Argoitia ha aprovechado su ponencia para hablar de la complejidad de la distribución de última milla. “Todos los distribuidores piden lo mismo: ampliar las zonas de carga y descarga”, ha señalado.
“Hemos estado muchos años demonizando al sector porque nos parecía que incumplían las normas, no respetaban nada, querían ir hasta la puerta... Pero nos hemos dado cuenta que hay una necesidad de cuidar esta distribución”. También, Jane Argoitia ha manifestado que hay que escuchar las necesidades de la ciudad, atendiendo a los distribuidores, vecinos y turistas. “Queremos sensorizar las plazas de carga y descarga que hay en las zonas de bajas emisiones, así obtendríamos datos, fomentaríamos la rotación de la distribución de última milla, y con una aplicación que los distribuidores tendrían”.
Sin embargo, para todo ello, Jane Argoitia lo tiene claro: “Se tiene que agilizar la burocracia y para ello se requiere la colaboración público-privada”.
Por su parte, Javier Carvajal reconoce que “cada ciudad tiene su propia idiosincrasia”, pero en el caso de Madrid, “es una ciudad céntrica, con mucha movilidad, y las ZBE llevan consolidadas y desarrolladas desde hace años gracias a la tecnología”.
Desde el verano pasado, Madrid cuenta con una aplicación de carga y descarga que “ha sorprendido mucho por los buenos resultados”, manifiesta. “Las administraciones tenemos que transmitir tranquilidad y un marco regulatorio que ofrezca un horizonte y proyección de seguridad”, añade Carvajal. “Madrid, con su Plan de Movilidad (Madrid 360) y su estrategia de la DUM ayudan al presente y a prever el futuro, como por ejemplo, la posibilidad de flexibilizar el espacio público, que es finito”.