MADRID. Este crecimiento del canal online ha supuesto también un mayor crecimiento del tráfico en las ciudades, lo que se traduce en mayores niveles de contaminación y de congestión. Sin embargo, es necesario recalcar que la paquetería no es la única mercancía que se mueve por los entornos urbanos, sino que existen otros sectores de actividad, como el canal HORECA, los comercios, las farmacias o los hospitales, que también requieren de transporte para poder abastecer sus negocios y ofrecer sus servicios. Ante esta situación, desde el sector logístico y de transporte se ha llegado a la conclusión de que el actual modelo de la DUM no es operativo, ya que, si sigue creciendo el flujo de mercancías, las ciudades acabarán colapsando.
“La DUM ha cambiado de forma definitiva. Ahora es una actividad estratégica en nuestras ciudades que facilita la vida a los ciudadanos. La demanda ha hecho que se transforme, pero a la ciudad le está costando más adaptarse a las nuevas circunstancias”, señala el presidente de UNO, Francisco Aranda, quien asegura que es necesario “otro modelo de ciudad más flexible”.
Para su diseño, el sector clama a las administraciones que se tenga en cuenta a la logística y al transporte, ya que para desarrollar su trabajo necesita contar con un entorno adaptado. “La DUM ha llegado para quedarse y la ciudad del futuro es fundamental que lo tenga en cuenta y le otorgue su espacio para poder trabajar”, detalla Aranda, quien asegura que “si ayudamos a que la DUM se desarrolle adecuadamente, ayudaremos a descongestionar las ciudades y a mejorar su medio ambiente”.
Por su parte, el director general del Centro Español de Logística (CEL), Ramón García, pone el acento en que, aunque muchas veces se saca a colación que el problema fundamental de la distribución urbana tiene que ver con la sostenibilidad, la realidad es que hay un segundo problema, y no menor, que es la congestión. “Lo que sucede es que tenemos multitud de agentes operando de manera descoordinada entregando mercancías al mismo tiempo y en las mismas calles y esto al final llegará un momento en el que no será viable”, señala García, quien recalca que “el modelo actual de DUM sí funciona porque da respuesta a la demanda que hay, pero el problema es que no es escalable, tiene un límite”.
Por ello, “el nuevo modelo de distribución urbana de mercancías ha de ser coordinado y colaborativo”. De esta forma, explica García, la DUM se afrontaría desde una perspectiva más sistémica, en la que el acceso a las ciudades esté organizado y coordinado. Asimismo, el director general del CEL explica que para que esto suceda primero se debe tener un conocimiento exacto de las mercancías que entran en las ciudades, quién las reparte y dónde lo hace. A partir de aquí, se deben plantear soluciones para cada uno de los nichos de actividad que generan entregas, con el fin de que se puedan compartir recursos. En este sentido, García recalca que compartir información entre los agentes es esencial para hacer entregas más efectivas. Asimismo, el director general del CEL hace un llamamiento a la Administración para que genere o fomente las infraestructuras y la normativa adecuadas para que esta colaboración se pueda dar.