Madrid. “La prioridad es el mantenimiento de los tráficos comerciales que tan buenos resultados están dando en la actualidad”, señala José García Fuentes. Al mismo tiempo, señala que es importante explorar nuevos nichos de mercado que hagan al Puerto de Motril más competitivo en su hinterland y foreland. “No podemos olvidar que nuestra situación geográfica hace que el Puerto de Motril sea una infraestructura privilegiada para la conexión marítima entre Europa y el norte de África, a través de la zona oriental de Marruecos”.
Por otra parte, el presidente afirma que disponen de terrenos suficientes para cualquier empresa de logística que quiera establecerse en el Puerto de Motril. En opinión de José García Fuentes, “el Puerto de Motril tiene unas excelentes condiciones intrínsecas. No está abrazado por la ciudad, tiene inmejorables comunicaciones e infraestructuras y cuenta con amplitud de terrenos y superficies disponibles en muelles y en la ZAL. De hecho, la evolución del crecimiento es en la actualidad muy buena, con altos porcentajes en la subida de tráficos”.
No obstante, también señala que preocupa el futuro a medio y largo plazo: “Para nosotros es vital tener una conexión ferroviaria para poder competir en igualdad de condiciones con el resto de puertos. Si bien es cierto que el Puerto de Motril tiene unas óptimas conexiones por carretera, situado en el enlace de la A-44 y la A-7, no es menos cierto que con una conexión ferroviaria se podría abaratar el transporte, la huella de carbono y, por tanto, aumentar nuestra competitividad”.
El presidente de la AP de Motril lamenta que “la conexión ferroviaria entre Granada capital y el Puerto de Motril, a pesar de todos los esfuerzos, ha quedado fuera de la planificación de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T) y esto ha supuesto una desagradable sorpresa”.
“Han sido muchos años de trabajo para conseguir estar dentro y poder optar a los fondos europeos que ayudarían a su construcción”, añade, pues los pasos iniciales eran “bastante certeros”. Se aprobó a través de la comisión en el Parlamento Europeo y solo faltaba que la enmienda fuera apoyada en los trílogos por el Consejo, que está formado por los Gobiernos de los países miembros de la Unión Europea (UE). “Y pese a estar incluido en la red global del nuevo Reglamento, finalmente, no ha sido así”.
García Fuentes ha manifestado que esta decisión ha supuesto “un varapalo enorme”, porque no se sabe cuándo será la próxima revisión: “10, 15 o 20 años... y ahí habrá que empezar otra vez desde cero a reivindicar la conexión ferroviaria”, lamenta.