La tensión en el Mar Rojo se ha elevado esta pasada noche tras el ataque llevado a cabo por las fuerzas armadas de Estados Unidos y Reino Unido, con el apoyo de Países Bajos, Canadá, Bahrein y Australia, contra una serie de objetivos en zonas de Yemen controladas por los hutíes, con la finalidad de restablecer el libre tránsito de buques mercantes por el Mar Rojo.
BILBAO. Apelando al amplio consenso expresado por 44 países de todo el mundo el 19 de diciembre de 2023, así como a la declaración del Consejo de Seguridad de la ONU del 1 de diciembre de 2023, condenando los ataques hutíes contra buques mercantes y comerciales que transitan por el Mar Rojo, los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido emitieron una declaración conjunta el pasado 3 de enero en la que pedían el fin inmediato de los ataques y advertía que sus autores serían represaliados en caso de persistir en sus amenazas sobre las personas, la economía global y el libre flujo del comercio en las vías marítimas críticas de la región.
A pesar de dicha advertencia, los ataques en el Mar Rojo han continuado, incluido el lanzamiento de numerosos misiles y drones contra barcos en el Mar Rojo el 9 de enero, entre ellos buques estadounidenses y británicos. Este pasado miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la RCSNU 2722, que también condenó estos ataques y exigió su cese.
Autodefensa individual y colectiva
Por ello, según la declaración conjunta de los gobiernos de Australia, Bahrein, Canadá, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda, República de Corea, Reino Unido y Estados Unidos. “en respuesta a los continuos ataques ilegales, peligrosos y desestabilizadores” de los hutíes contra embarcaciones, incluidos barcos comerciales, que transitan por el Mar Rojo, las fuerzas armadas de los Estados Unidos y el Reino Unido, con el apoyo de los Países Bajos, el Canadá, Bahréin y Australia, llevaron a cabo actividades conjuntas ataques de acuerdo con el derecho inherente a la autodefensa individual y colectiva, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, contra una serie de objetivos en zonas de Yemen controladas por los hutíes. Estos ataques de precisión tenían como objetivo perturbar y degradar las capacidades que los hutíes utilizan para amenazar el comercio mundial y las vidas de los marineros internacionales en una de las vías más críticas del mundo.
“Las más de dos docenas de ataques de los hutíes a buques comerciales desde mediados de noviembre constituyen un desafío internacional y la acción realizada ha demostrado un compromiso compartido con la libertad de navegación, el comercio internacional y la defensa de las vidas de los marineros de ataques ilegales e injustificables”, dice la declaración conjunta.
“Nuestro objetivo -continúa- sigue siendo reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el Mar Rojo, pero nuestro mensaje es claro: no dudaremos en defender vidas y proteger el libre flujo del comercio en una de las vías fluviales más críticas del mundo frente a las continuas amenazas”.