VALENCIA. Esta es una de las principales conclusiones a las que se llegó ayer durante la celebración de una mesa redonda organizada por la Universidad Católica de Valencia bajo el título “El suceso de Baltimore. ¿Quién va a tener que asumir la responsabilidad?”, moderada por Miguel Rocher, managing director de Operplus, y en la que participaron Sara Parmo, responsable del Departamento de Operaciones de Clarksons Martankers; Carlos Salinas, abogado y socio de MA Abogados; Francisco Salvador, branch manager de Valencia de ONE; y Víctor Oltra, consejero delegado de Intersagunto Terminales.
Carlos Salinas aseguró a Diario del Puerto que hasta la celebración del juicio habrá que esperar, como mínimo, un año, ya que tanto el Gobierno de Estados Unidos como el país que abandera el buque -en este caso Singapur- deben emitir sendos informes totalmente independientes y objetivos.
A esto hay que sumar la enorme distancia entre las posiciones iniciales de cada una de las partes implicadas. Por un lado, el armador del buque ha pedido una limitación de responsabilidad, la declaración de avería gruesa e iniciar el proceso de salvamento del barco. Por otro, la ciudad de Baltimore se opone a la limitación de la responsabilidad, la petición de daños y perjuicios así como la presencia de un jurado popular.
Según Salinas, una vez haya un veredicto, es más que probable que se recurra la sentencia, abriéndose una nueva fase de todo el proceso que podría finalizar en el Tribunal Supremo. No obstante, según Salinas, “las posibilidades para que triunfe la limitación de responsabilidad son complicadas”, afirmó Salinas.
Para el socio de MA Abogados, “estamos antes lo que conocemos como un megasiniestro”, por lo que “muchas cosas pasarán muy rápido, pero otras tantas no”. Y remarcó: “Lo que se haga los primeros días marcará la estrategia de defensa en los próximos años”.