La iniciativa se centrará en tres líneas de actuación fundamentales, de acuerdo a lo establecido en el Plan de Inversiones 2019-2023. De este modo, se procederá a la implantación de espacios y barreras arbóreas en diversas ubicaciones del puerto y, más concretamente, en las zonas de transición entre la ciudad y el área industrial, con el objetivo de crear corredores ecológicos que favorezcan una visibilidad más amable del entorno portuario.
Además, el ente público prevé la construcción de instalaciones de cogeneración a través del aprovechamiento de energías renovables, así como la reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera mediante un uso menor de combustibles fósiles, supliendo esta energía por la utilización de fuentes renovables y un aumento de la eficiencia energética en todos los procesos.
Otras actuaciones serán la creación de un punto limpio en el puerto, la renovación de la certificación medioambiental de la Autoridad Portuaria y la puesta en marcha de convenios de buenas prácticas en este sentido.
Por otro lado, durante la reunión del Consejo de Administración el presidente del Puerto, Carlos Rubio, presentó los datos de tráfico portuario y destacó que entre los meses de enero y mayo, el Puerto de Málaga movió 1,2 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 18,7% respecto al mismo periodo del 2018.
Cabe mencionar la importante evolución del tráfico de contenedores, cuya actividad aumentó un 146,2% hasta mayo, así como el incremento del 25,7% en la importación de vehículos nuevos.
Tan sólo se vio reducido el movimiento de granel sólido, un 35,2%, como consecuencia de los trabajos de adecuación en muelle 7 para desarrollar la actividad de exportación de cemento y clínker. Por tanto, se prevé la recuperación de este tipo de tráfico de cara a los próximos meses.
Por su parte, la línea regular Málaga-Melilla mantiene su evolución, con un incremento del 31,9% en el flujo de pasajeros y del 80,2% en el movimiento de vehículos en régimen de pasaje.
El crecimiento también se vio reflejado en el resultado de explotación, el cual aumentó 58,8% respecto al mismo periodo del año anterior.
Finalmente, el Consejo otorgó autorización administrativa a Cruz Roja Española para reubicar sus instalaciones en una parcela en la margen izquierda del río Guadalmedina. Este espacio cuenta con una superficie de 517,30 metros cuadrados y tendrá como finalidad la atención, de una forma más efectiva, a las personas migrantes llegadas a puerto.