BRUSELAS. De conformidad con el acuerdo alcanzado y con la antigua petición de la ESPO, la posición de un puerto en la red RTE-T se evaluará ahora no solo en función del tonelaje, sino también de su contribución a la transición energética.
“Aunque los volúmenes y las toneladas siguen siendo un indicador importante para los puertos como centros de la cadena logística, ya no es el único indicador de rendimiento. La decisión de incluir en la red RTE-T los puertos que desempeñan un papel importante en el suministro de energía es un gran paso adelante. Demuestra que los legisladores reconocen que la energía es un bien importante y que los puertos son clave para garantizar tanto la seguridad energética de Europa como la transición energética. Este papel energético no siempre puede contarse en toneladas”, afirma Isabelle Ryckbost, Secretaria General de la ESPO.
Ahora corresponde a la Comisión y a los Estados miembros poner en práctica las nuevas normas y asegurarse de conceder el estatuto de RTE-T a los puertos que cumplan el criterio energético del nuevo Reglamento (artículo 24).
El acuerdo también prevé requisitos ferroviarios más ambiciosos, incluso para las redes ferroviarias portuarias. Los puertos acogen con satisfacción el refuerzo de las conexiones ferroviarias y la atención prestada a las mismas, aunque las redes ferroviarias portuarias pueden ser muy complejas y se rigen de forma diferente en los distintos puertos. A la hora de aplicar los nuevos requisitos ferroviarios en un contexto portuario, los respectivos Estados miembros y la Comisión deberán tener muy en cuenta las especificidades de cada puerto.
Dado que el texto final del Reglamento acordado aún no está a disposición del público, la ESPO espera “con gran interés” la publicación del texto definitivo. La ESPO desea agradecer al Parlamento Europeo, al Consejo y a la Comisión todos sus esfuerzos por adaptar el Reglamento y la política de la RTE-T a las realidades y retos actuales.