Estibadora Sevillana se centra en consolidar sus tráficos en el Puerto de Sevilla mientras que pone el foco en crecer por encima del millón de toneladas en el Puerto de Motril para finales de 2024.
Sevilla. Tal y como explica su director, Alejandro García, “el Puerto de Sevilla está inmerso en un estancamiento de los tráficos, lo que dificulta ampliar la cartera de clientes”. Por este motivo, detalla que la principal estrategia del operador portuario en el enclave sevillano es “consolidar lo que ya tenemos y dar mayores y mejores servicios a los clientes que ya en cartera”.
Estibadora Sevillana, además de realizar la estiba y desestiba de los buques en el puerto sevillano, cuenta con cerca de 20.000 metros cuadrados de naves silo para el almacenamiento de graneles, cereal y fertilizante repartidos en 11 módulos con capacidad para más de 50.000 toneladas, lo que le permite ofrecer un servicio de almacenamiento a sus clientes.
Asimismo, en el enclave sevillano lleva a cabo un servicio de envasado de fertilizantes, “que es nuestra principal especialización”. Por ello, en los últimos 3 o 4 años, la compañía ha realizado una inversión cercana a los dos millones de euros en líneas de envasado y en la construcción de dos naves de cerca de 4.000 metros cuadrados cada una. Más concretamente, la compañía cuenta en la actualidad con cuatro líneas de envasado. Tal y como detalla su director, dos de ellas están automatizadas para llenar sacos de 25-50 kilos y las otras dos se destinan al envasado de sacos big bag.
El envasado de fertilizantes es el principal valor añadido de la compañía en el Puerto de Sevilla
Otra de las principales ventajas competitivas del operador en el Puerto de Sevilla es la diversificación de sus tráficos. “Trabajamos todas las familias de productos, desde el siderúrgico, el cereal, el fertilizante, la biomasa y el project cargo, hasta el cemento, uno de nuestros tráficos estrella”, señala García, quien explica que “esta diversificación hace que ante una sequía que perjudica a los tráficos de cereal, los otros tráficos, como el cemento lo compensen. Intentamos atacar todos los tráficos y atender todas las necesidades de nuestros clientes”.
EN DETALLE
Estibadora Sevillana cuenta con cuatro grúas móviles portuarias Liebherr, la mayor de ellas con capacidad de 144 toneladas y 45 metros de alcance. Además, dispone de 8 palas cargadoras; siete cintas y seis alimentadores, de los cuales cuatro conjuntos son aptos para productos de consumo humano, con rendimiento superior a las 200 toneladas/hora; y tres retros Liebherr para la manipulación de siderúrgico, con rendimientos superiores a las 150 tonaledas/hora cada retro.
Por otra parte, Estibadora Sevillana hace una réplica de su actividad en Sevilla en el Puerto de Motril, a excepción del servicio de envasado de fertilizantes.
Para García, “Motril es el mercado que más potencialidad de crecimiento en toneladas tiene” y, por ello, la compañía va a seguir invirtiendo en nuevas maquinarias. “En Motril tenemos algunos tráficos de canteras de minerales que están a punto de concretarse. Si finalmente se llevan a cabo, nos dotaremos de nueva maquinaria, sobre todo en cintas, que es lo que nos está dando mayores rendimientos”. De hecho, la principal inversión de Estibadora Sevillana en el puerto granadino se ha centrado en cintas de alto rendimiento, “que permiten gestionar 1.200-1.300 toneladas/hora para abastecer un tráfico de mineral muy potente en este enclave. En Motril tenemos la meta de pasar el millón de toneladas a finales de 2024”, estima García.
“El Puerto de Motril es el mercado que más potencialidad de crecimiento en toneladas tiene”
Paquete completo
Estibadora Sevillana surgió en el año 2002 de la sinergia de diferentes compañías estibadoras que unieron fuerzas en el Puerto de Sevilla y que ahora son operadores muy potentes a nivel nacional (Lamaignere, Vapores Suardiaz, ASPE, Pérez y Cia y Agencia Marítima Portillo). Para Estibadora Sevillana, contar con estos accionistas es una gran ventaja, puesto que le permite ofrecer a sus clientes un paquete de servicios completo. “Contamos con una experiencia de más de 40 años y, si hay que dar un servicio más allá de la carga y descarga de un buque, nos apoyamos en nuestras casas matrices, de tal forma que podemos ofrecer fletamiento, consignación o despacho de aduanas, entre otros”, detalla su director.
Asimismo, aunque el envasado de fertilizantes es uno de los principales valores añadidos de la compañía, García pone el foco en la atención al cliente como su máxima ventaja competitiva. “Somos una empresa de servicio y, por ello, nuestro valor añadido es la experiencia, el contacto con el cliente y la capacidad de trabajar todo tipo de mercancías, lo que nos permite adaptarnos a todo lo que necesita el cliente”.
“Luchamos para que se reconozca la singularidad del Puerto de Sevilla”
Para el director de Estibadora Sevillana, Alejandro García, el Puerto de Sevilla “está en un momento de estancamiento” en cuanto a toneladas se refiere. “El Puerto está sufriendo una pequeña reducción del trafico, primero por el COVID y segundo porque tenemos una casuística de puerto de interior que genera unos pros y unos contras. Dentro de los contras, es más costoso y dependemos de la subida o bajada del río”, señaló García, quien aseguró que “desde la comunidad portuaria estamos luchando para que se reconozca la singularidad del puerto para que haya bonificaciones. Mientras no ocurra esto, los tráficos no van a subir”.
Por ello, García aboga por “dar facilidades que permitan compensar al cliente final, para quien contratar un flete en Sevilla es más caro y el tiempo de tránsito es mayor”, y señala que estos condicionantes “dificultan mucho el despegue del puerto”.
Por otro lado, mientras que la liberalización de la estiba ha sido bien acogida en el puerto sevillano, la comunidad portuaria presta especial preocupación por la situación de los prácticos. “Tendemos la mano para llevar a cabo las negociaciones. Que los prácticos cesen la actividad es algo que nos afecta a todos y que va a perjudicar aun más la situación del Puerto, porque se sufren retrasos y eso se traduce en aumento de costes para los clientes”, explica García, quien detalla que “algunos clientes ya se han planteado no volver al Puerto”.