Enriquecer el debate a través del diálogo y abordar el significado de la innovación en los puertos fue el objetivo de la primera edición de la Escuela de Liderazgo que, en el marco de la Semana Portuaria de la UIMP en Santander, se erigió en una experiencia de aprendizaje para aportar “ideas y enfoques frescos” a los líderes de los organismos portuarios,
santander. La Escuela de Liderazgo pretende erigirse en una “vivificante y atractiva experiencia de aprendizaje”, a través de charlas y diálogos con personalidades del mundo de la ciencia, la tecnología o las humanidades; y de ámbitos tales como el académico, empresarial, cultural, deportivo o artístico.
Alineada con las temáticas y problemáticas contempladas en el Marco Estratégico del sistema portuario su propósito es “contribuir a surtir a los líderes de los organismos portuarios de ideas y enfoques frescos, novedosos, desafiantes; capaces de inducir tanto a la reflexión y el debate, como inspirar, alentar e inducir a la acción”.
El presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, subrayó el interés y el valor de una iniciativa que promueve el diálogo desde una óptica multidisciplinar, contando con aportaciones procedentes de ámbitos diferentes al portuario.
El desafío de la innovación
La cuarta y última jornada de la Semana Portuaria de la UIMP arrancó con un primer bloque “El desafío de la innovación”, en el que Víctor Caleya, filósofo y profesor de Creatividad e Innovación de la Universidad CEU-Gasma, definió la innovación como “una creación o cambio que genera tendencia debido al valor que se le reconoce”, precisando que la creatividad “depende de cada uno, pero necesita del reconocimiento de los demás”,
Por su parte, Isabel Álvarez, catedrática de Economía y directora del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), negó que exista ”una receta universal o general para la innovación” y dijo que como resolutora de problemas, la innovación y sus soluciones pueden estar dentro de la propia organización o puerto, pero a veces están fuera”, lo que denominó “innovación abierta”. Asimismo, defendió la necesidad de medir la innovación. “Si no medimos, estamos limitados y no he encontrado indicadores de niveles de innovación en puertos, por lo que es necesario medir y generar esos indicadores que nos permitan evaluar las estrategias”
Los líderes portuarios necesitan creatividad, ideas y enfoques frescos, novedosos y desafiantes para una verdadera acción innovadora
Un proceso de cambio
La visión de le empresa estuvo representada por Francisco Marín, socio en el fondo GED Conexo Ventures, quien lamentó que la innovación “es un término muy manoseado”. “En España se ha hablado poco de innovación y se ha hecho desde la óptica del I+D+i, un término inventado por los españoles que comete el rotundo error de asociar la innovación con una letra pequeña que va detrás y además es más pequeña”.
“Tenemos que corregir errores, la innovación no es la consecuencia de la I+D, sino que hay situarla en un ámbito holístico ya que es una actividad que involucra a muchos sectores”. .
Marín definió la innovación como un proceso de cambio y puso el ejemplo de China, mostrando su preocupación ante el “liderazgo absoluto” que está alcanzando en este ámbito. Asimismo, calificó de “estupidez” recurrir a los pactos de Estado en cuestiones como la innovación ya que “hay que conseguir que los ciudadanos seamos conscientes de qué cosas tenemos que cambiar”.
La innovación como “condición necesaria”
En los puertos españoles el rol central de la innovación ha quedado patente en el Marco Estratégico, que considera su práctica “condición necesaria para asegurar el futuro de los puertos, en la medida en que sin ella no será posible implantar con éxito los cualesquiera de los restantes criterios de actuación” que contempla dicho documento.
Movilizar las capacidades de innovación de los organismos portuarios, integrar su ejercicio en el ADN de sus culturas de trabajo; activar la curiosidad y la creatividad de sus equipos y del talento externo que sean capaces de atraer; generar permanentemente valor a base de encontrar nuevas y mejores maneras de hacer las cosas, así como de hacer cosas nuevas que amplíen sus posibilidades; en definitiva, impulsar y conducir un proceso tan complejo como la innovación, requiere del pleno convencimiento, compromiso e implicación de sus dirigentes.
En su primera edición, la Escuela de Liderazgo centró el pasado viernes en Santander sus contenidos en esta prioridad estratégica, tratando de aportar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Cómo afrontar el reto de la innovación? ¿Cómo incorporarla a la cultura organizacional? ¿Cómo inducir su potencial transformador? En suma, ¿cómo dirigir y liderar la innovación?.
