Las navieras reducen drásticamente los blank sailings para aprovechar los fletes actuales
En los trayectos Asia-Europa del Norte y Asia-costa este de América del Norte se ha producido un fuerte descenso, así como en el Asia-Mediterráneo. Foto J.C.P.
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La consultora Sea-Intelligence ha observado un fuerte descenso de los blank sailings (cancelaciones de escala) en las últimas semanas.
VALENCIA. En los trayectos Asia-Europa del Norte y Asia-costa este de América del Norte se ha producido un fuerte descenso de los blank sailings en las últimas semanas. Una tendencia similar se observa en Asia-Mediterráneo, ha señalado la consultora.
“Sin embargo, dado el alto grado de volatilidad en esta ruta comercial, es demasiado pronto para discernir si se trata de una nueva tendencia o simplemente forma parte de la alta volatilidad habitual”, apunta Sea-Intelligence.
Esto sugiere que el descenso de las tarifas al contado en sí mismo no es el punto central, ya que las tarifas al contado actuales son significativamente más altas que antes de la crisis del Mar Rojo, así como que antes de la pandemia, ha subrayado la consultora.
“Teniendo esto en cuenta, y observando los datos de salidas en blanco, parece que en el actual entorno de mercado, las navieras están intentando sacar el máximo provecho posible de las tarifas relativamente más altas, no reduciendo la capacidad. El resultado probable, sin embargo, será una continua presión a la baja de los fletes al contado”, destaca Sea-Intelligence
La firma ha señalado que los fletes al contado no dejan de bajar desde hace varios meses. Las navieras pueden reaccionar de dos maneras: una sería aumentar las salidas en blanco, disminuir la oferta y frenar el descenso de los fletes al contado.
La otra sería que, a pesar del descenso, los fletes al contado siguen siendo mucho más altos que antes de la crisis del Mar Rojo y los niveles anteriores a la pandemia, lo que podría incentivar a las navieras a reservar la mayor cantidad posible de carga a los fletes actuales, para sacar provecho de ello. Esto último disuadiría de la supresión de salidas, pero provocaría una mayor erosión de las tarifas a largo plazo.