España en la UE: 4ª economía vs. 10ª flota
Una de las contradicciones más notables que se ponen de manifiesto en el análisis de coyuntura que se realiza en el proyecto de Estrategia Maríma de España 2024-2040 es el relativo al peso de la flota española en el contexto mercante global en comparación con el peso en los mercados internacionales de la economía española.
En concreto, mientras que España es la 4ª economía de la Unión Europea, sólo por detrás de Alemania, Francia e Italia, su flota mercante controlada no alcanza más que el 10º lugar, mientras que nuestro pabellón es el 11º.
Por si esto fuera poco, mientras que en países como Alemania la contribución del transporte marítimo al PIB alcanza el 1,7%, en España la cifra resulta insignificante, un 0,3%, por detrás de países como Finlandia, Suecia o Irlanda.
Todo ello, según se recoge en la Estrategia Marítima, pone de manifiesto una posición muy débil de nuestro sector de transporte marítimo estratégico para nuestra economía, y la consiguiente pérdida de oportunidades en todos los ámbitos relacionados, hasta el punto que esto genera, según la Estrategia:
+Total dependencia para el abastecimiento y la exportación de materias primas y todo tipo de productos.
+Falta de independencia geopolítica y de competitividad de la economía y la industria.
+Déficit importante en la balanza de fletes marítimos.
+Pérdida de oportunidades de generación de ingresos y empleo.
+Escasez de marinos con experiencia necesarios para todos los sectores marítimos, que preserven el know how.
+Pérdida de oportunidades de desarrollo de la industria de construcción y reparación naval, y su industria auxiliar con un gran potencial derivado de la adaptación de los buques a las nuevas regulaciones medioambientales.
+Pérdida de oportunidades de desarrollo tecnológico e I+D+i.
+Pérdida de oportunidades para servicios conexos: financiación, asesoramiento legal, administración.
Por si esto fuera poco, mientras España es uno de los líderes portuarios continentales a nivel portuario, pues es el tercer país de la UE por volumen de tráfico, las navieras españolas tienen una presencia más que reducida en dichos tráficos. Según los datos de 2022, si bien es cierto que el 49% de las escalas medidas en GTs fueron de pabellón español, prácticamente el 100% se concentran en los tráficos de cabotaje de pasaje y carga rodada, siendo absolutamente testimonial en tráficos como los portacontenedores o el tramp.
Todo ello tiene como telón de fondo la reducida dimensión de las empresas navieras españolas, lo cual, según se recoge en la Estrategia “limita su capacidad de crecimiento”, ya que hablamos de una actividad muy intensiva en capital que “requiere de una importante capacidad financiera a la que es difícil acceder dada la dimensión de nuestras navieras”. En 2021 solo dos navieras, Armas y Balearia, superaron los 300 millones en ventas. Del total de 28, 18 no superaron los 30 millones.