Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar celebra 45 años de actividad, y lo hace con un ciclo de jornadas sindicales a lo largo y ancho de la geografía española portuaria bajo el lema “Construyendo futuro, honrando el pasado”. Aprovechando esta efeméride, Diario del Puerto entrevista a su coordinador general, Antolín Goya, que analiza los grandes hitos que han marcado al sector y al sindicato desde su nacimiento.
valencia. Para Antolín Goya, la profesión se encuentra en un momento decisivo. La paulatina automatización de los procesos portuarios y la implementación de una normativa como el nuevo régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) condicionan la estabilidad de la profesión, a pesar del éxito conseguido el pasado año con la firma del V Acuerdo Marco entre los sindicatos de la estiba y la patronal Anesco.
Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar celebra este año su 45 aniversario. ¿Qué balance hace de este período?
El balance es muy positivo. Hemos pasado por muchas etapas, aunque, desafortunadamente, con muchos incidentes en el camino que también han ayudado a formarnos como organización y nos han hecho llegar a ser lo que somos. Nos sentimos muy orgullosos del camino que nos ha llevado hasta aquí. Del pasado sólo tenemos palabras de agradecimiento a todos aquellos que tuvieron la iniciativa y el empuje para hacer de esta organización una realidad. También quiero tener un reconocimiento para todos aquellos que han colaborado de manera directo o indirecta con Coordinadora para traernos a este momento.
“Coordinadora, que nació como un buque de guerra, se ha convertido en un mercante que sin haber olvidado sus raíces y manteniendo sus cañones bien engrasados, es capaz de estar en una mesa de negociación”
“Hay que desechar esos estados de bienestar por parte de algunos delegados sindicales y preocuparse más por la actividad diaria”
¿Cuáles cree que han sido los tres hitos que han marcado la historia de Coordinadora en todos estos años?
La constitución de Coordinadora en sí es un hito. Había una necesidad por parte del colectivo de unirse y tener una posición común, de tener una voz independiente que no estuviera condicionada por las grandes centrales sindicales de ese momento. Los estibadores querían tener su voz propia y opinar abiertamente sin ningún tipo de coacción sobre decisiones que afectaban a su futuro.
Creo que otro gran momento fue cuando tomamos la decisión de expandir el sindicato a estibadores de otros países y establecer esas relaciones internacionales. Es un paso en el que estamos aún en consolidación y crecimiento. El que a nivel europeo estemos cohesionados, con ese nivel de transparencia y funcionemos de manera asamblearia, es muy positivo.
Y en esa misma línea, cuando tomamos la decisión de expandirnos a otros colectivos. Abrir Coordinadora a todos aquellos trabajadores que desarrollan su actividad en el puerto ha sido también uno de los grandes aciertos de esta organización.
“Tánger se está convirtiendo en un agujero negro de todo el Mediterráneo, porque las políticas que se toman le benefician”
Cada una de las luchas que hemos tenido podría tener su reconocimiento, pero lo que ha ido dando madurez a Coordinadora ha sido su nacimiento y su capacidad de expandirse y llevar este sindicalismo a otros colectivos.
En ese proceso de expansión a otros colectivos, ¿cree que han tocado techo?
Nos queda mucho margen de crecimiento. Hemos encontrado situaciones más propias del siglo pasado que de este, como amenazas a nuestros delegados e incluso despidos por ser afiliados. En ese sector hay mucho por hacer. Se necesita de una representación sindical diferente a lo que ha habido hasta ahora, hay que desechar esos estados de bienestar por parte de algunos delegados y preocuparse más por la actividad diaria, y creo que eso nuestra afiliación y el resto de los colectivos lo agradecen.
“Cada una de las luchas que hemos tenido podría tener su reconocimiento, pero lo que ha ido dando madurez a Coordinadora ha sido su nacimiento y su capacidad de expandirse y llevar este sindicalismo a otros colectivos”
Por lo que dice, no está en los planes del sindicato quedarse como están.
Quizá somos nosotros quienes estamos ralentizando ese crecimiento, pero necesitamos crecer de una manera firme, necesitamos que nuestros crecimientos puedan ser atendidos como se merecen, que podamos tener la dedicación para que cada paso que vayamos dando sea contundente y acertado. En ese aspecto tenemos mucho trabajo por hacer, y creo que eso le va a venir bien a los trabajadores que desarrollan su actividad en el sector. Hemos demostrado de manera sobrada nuestro compromiso con la actividad que hemos desarrollado.
“Lo único que se está consiguiendo con el ETS es que todas las mercancías que vienen a Europa en tránsito se vayan a la costa africana”
A su juicio, ¿cuál ha sido el punto de inflexión en el sector de la estiba después de 45 años?
Nos ha tocado vivir situaciones verdaderamente extrañas. La presencia de la Administración Pública era un lastre para el crecimiento de los puertos para muchas cosas, y para los trabajadores portuarios también. El que este colectivo tuviera la valentía de dar un paso adelante y pedir que quien se jugara los cuartos fuera quien tomara las decisiones y que pidiéramos que quien no ponía un euro saliera del accionariado de las sociedades de estiba fue un acto de valentía. No sólo había un interés personal, sino que el sector necesitaba ser competitivo y la posición que hasta ese momento tenía la Administración era un lastre.
“El colectivo fue capaz de adaptarse y buscar fórmulas para formar a los que ya estaban e incorporar a nuevas figuras a las plantillas”
¿En algún momento a lo largo de todos estos años se han arrepentido de haber tomado esta decisión?
No. Evidentemente siempre quedaban dudas en el momento de tomar la decisión, pero el tiempo nos ha dado la razón absolutamente. Era insostenible que el 51% que no se jugaba nada, no aportaba nada y no tenía intención que este sector fuera competitivo siguiera condicionando la actividad. El resultado ha sido bueno, los datos están ahí, el sistema portuario español es una referencia.
“Nos sentimos muy orgullosos del camino que nos ha llevado hasta aquí”
¿Qué diferencia al colectivo estibador de ahora del de hace 45 años?
Hemos tenido una transición potente. Hemos vivido dos cambios generacionales que han venido con la revolución industrial, sobraba mano de obra y el colectivo fue capaz de adaptarse y buscar fórmulas para formar a los que ya estaban e incorporar a nuevas figuras a las plantillas.
¿Ese cambio hubiera sido posible sin Coordinadora?
Utilizando las palabras de mi antecesor, de Julián [García], podríamos decir que Coordinadora, que nació como un buque de guerra, se ha convertido en un mercante que sin haber olvidado sus raíces y manteniendo sus cañones bien engrasados para cuando sea necesario, es capaz de estar en una mesa de negociación y ser capaz de aportar cosas para que el sector mejore. Somos capaces de sentirnos parte de una maquinaria que tiene que estar bien engrasada para que este país siga siendo lo que es.
Nosotros, si esta sinrazón continúa, si el Gobierno Europeo -que debe parecerse a Dios, porque todo el mundo sabe que está, pero no es tangible- sigue tomando decisiones que afecten a los puestos de trabajo, no sólo de la estiba, sino de cualquier sector, decisiones que siguen precarizando la situación, y siguen sin escucharnos, no descartamos movilizaciones. No podemos permitir que el mercado laboral se destruya de la manera en la que se está haciendo.
PERFIL
Antolín Goya, estibador de profesión desde el año 1997, es coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar desde 2005. Fue reelegido en el Congreso Confederal celebrado en el Puerto de Algeciras en septiembre del año 2021, por lo que actualmente se encuentra en su quinto mandato como líder del sindicato de estibadores más representativo en España. Fue el máximo responsable de IDC (International Dockworkers Council) desde 2007 hasta 2014.
En estos años, Coordinadora, con Goya al frente, ha impulsado el rejuvenecimiento de la profesión, con la regeneración de las plantillas de todos los puertos españoles. Ha sido partícipe de la negociación con la Unión Europea en la defensa del modelo español de la estiba y la puesta en marcha del Comité de Diálogo Social portuario. Ha formado parte de la negociación de una directiva europea; tres Acuerdos Marco de ámbito nacional y tres modificaciones de la Ley de Puertos, incluida la recientemente aprobada, en la que se estipulan los pormenores de los Centros Portuarios de Empleo.
“La etapa del V Acuerdo Marco está cerrada, aunque haya a quien no le guste”
¿Hay alguna novedad respecto a los recursos presentados por ASOPORT respecto al V Acuerdo Marco?
Por el momento no. Estamos muy tranquilos a ese respecto. El V Acuerdo se trabajó muchísimo, pasó muchos filtros. Creemos que esa etapa está cerrada, aunque haya a quien no le guste, pero el resultado del V Acuerdo es sólido, y el efecto de esa solidez se está notando. La necesidad de estabilidad que teníamos y de poder tener un marco claro para poder adaptar los convenios para ajustar esa negociación colectiva se está notando y permitiendo recuperar a España los volúmenes de carga. La pena es que las decisiones que toman otros perviertan este camino.
A nivel general, los Centros Portuarios de Empleo de los puertos españoles se mantienen activos. ¿Cree que seguirá siendo así en el futuro?
Los Centros Portuarios de Empleo son una fórmula competitiva, el sector necesita un pool de trabajadores con la versatilidad que tiene el CPE. Hemos encontrado la fórmula jurídica para dar esa solución a las necesidades de navieras y empresas, aunque hay situaciones particulares en algún puerto en los que mantenemos abierto el proceso de negociación. En líneas generales, los CPE no sólo se van a mantener, sino que se van a consolidar como la figura que da estabilidad al sector. Es más, hay empresas que nos están planteando que parte del servicio que prestan ellas mismas les interesaría hacerlo desde el CPE.
En la situación de atonía de tráficos portuarios en la que nos encontramos, ¿alguno de estos CPE que puedan estar en una situación límite podría desaparecer?
Los recortes de tráfico se están produciendo en el transbordo internacional, el resto de tráficos y mercancías se mantienen. En aquellos puertos donde estamos discutiendo si alguna empresa se queda o no, no son puertos de tránsito, sino más bien graneleros y de mercancía general.
Está siendo difícil en algunos casos mantener el matrimonio entre empresas que se dedican a tráficos y mercancías diferentes, y creo que nos está costando más buscar fórmulas para que esas empresas estén cómodas que sel hecho de que el Centro Portuario de Empleo se mantenga o no. Hoy por hoy, las plantillas están muy ajustadas a las necesidades de los puertos, y empieza a plantearse un proceso de rejuvenecimiento de estas.
“Es normal que los procesos de automatización vayan llegando, pero tienen que generar más bienestar, no más precariedad”
“Los puertos españoles se están convirtiendo en puertos de segunda con un encarecimiento notorio del flete, porque el ETS lo está pagando el cliente final”
“La automatización abre la puerta a que desaparezca el ser humano de los muelles”
¿Están preparados los estibadores para hacer frente al reto de la automatización?
La sociedad está viviendo un cambio dramático con la llegada de todos los procesos de automatización, algo que nos preocupa enormemente como ciudadanos y como estibadores. Cada vez somos más longevos, somos más personas con capacidad de trabajar, y cada vez hay menos puestos de trabajo. Nos preocupa cómo se puede mantener un estado de bienestar sin ese equilibrio. Como colectivo estamos en un proceso de formación interna permanente tanto profesional como sindical para ser capaces de adaptarnos a esas nuevas tecnologías, pero nos parece que las decisiones políticas que se van adoptando no van acorde con lo que esta sociedad necesita.
Ya hay robots que casi por sí solos pueden construir casas enteras. ¿Temen que en algún momento puedan realizar labores que todavía hoy sólo pueden realizar los estibadores, como la trinca?
Tenemos el mismo temor que tiene la sociedad. Si todos los trabajos que realizan los seres humanos lo realizan máquinas, y los seres humanos sólo vamos a tener precariedad, no sé qué beneficios puede aportarnos eso. La realidad es que para que esta sociedad funcione la gente debe tener trabajo, tiene que cotizar a la seguridad social, debe haber servicios añadidos, y nos preocupa cómo se puede mantener eso si todas las políticas y decisiones potencian la pérdida de empleo, la pérdida de poder adquisitivo a cambio de que una empresa, que normalmente no suele ser de nuestro país, mejore sus resultados. Intentamos transmitir al Gobierno, desde nuestra humilde posición, que no se están tomando las medidas correctoras a tiempo. Es normal que los procesos de automatización vayan llegando, pero tienen que generar más bienestar, no más precariedad.
¿Pero es un escenario realista el que no haya estibadores en los muelles?
En un futuro el número de puestos de trabajo disponibles para la sociedad habrá disminuido drásticamente, y el número de trabajadores con disposición de trabajar habrá aumentado. Esa cuenta, sin ser ningún experto, no se sostiene. Y eso también va a ocurrir en los muelles. Todos los días aparecen grandes hitos, como la conducción autónoma. Hay empresas en China que tienen un 90% de satisfacción con coches sin conductor. ¿Cuántas personas en España viven del volante? La realidad es que las políticas que se están tomando en materia de automatización abren la puerta a que desaparezca el ser humano de los muelles sin tener una contrapartida. Me parece una irresponsabilidad de España y de la Comisión Europea que está provocando la destrucción masiva de puestos de trabajo.
Uno de los grandes proyectos en materia de automatización portuaria es el de la Terminal Norte del puerto de Valencia. Una vez que se han desbloqueado las obras del nuevo muelle, ¿cómo valora las protestas que están ejerciendo ciertos colectivos de trabajadores en contra de la infraestructura?
Entiendo que cualquier colectivo que se sienta amenazado por esta situación y al que no estén dando ninguna garantía de futuro, se preocupe y así lo manifieste. Nosotros ya hemos afirmado que una terminal automática nos genera muchas dudas, por lo que nos parecen absolutamente razonables esas protestas. Las cosas no se han hecho bien desde el principio, y eso supone que haya muchas dudas, resquicios y debilidades en ese proceso que se deberían aclarar. Obligar a que la terminal fuera semiautomática o totalmente automatizada fue el primer error. Los trabajadores de este sector son lo suficientemente inteligentes para preocuparse de su futuro por sí solos.