La política exterior de Trump es una mezcla de histrionismo y amenaza. El histrionismo es convertir a Canadá en el 51º Estado del país y llamar a su mandatario “gobernador Trudeau”, y la amenaza es recuperar el canal de Panamá. Es una importante vía fluvial que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, lo que evita 13.000 kilómetros adicionales alrededor de la arriesgada punta de América del Sur. El Canal, de 52 kilómetros, atraviesa el centro de Panamá. Un país que ocupa la franja de tierra entre América Central y América del Sur. Cerca del 5% del comercio global atraviesa sus esclusas y el principal cliente es Estados Unidos con un 74% de la carga, seguido por China (21%). La veta de oro del Gobierno de José Raúl Mulino. Genera unos 4.000 millones de dólares (cerca de 3.850 millones de euros) de ingresos al año, de los que 2.500 millones van directamente a la Administración. La columna vertebral de un país que crece a la insólita tasa, para la región, del 6,5% al año gracias también a sus servicios financieros, el turismo, el comercio, la construcción y el transporte.