El “quinto modo de transporte”, como lo bautizó Elon Musk en 2012 al presentar Hyperloop como un revolucionario sistema de transporte por tubos, sigue testando su viabilidad con varios proyectos que, a diferencia de Hyperloop, soterran los tubos y liberan la superficie terrestre para reducir la congestión y emisiones.
BILBAO. Musk avanzó hace ya una década su idea conceptual para un “quinto modo de transporte” y utilizó por primera vez la palabra “Hyperloop”. Este nuevo modo de transporte de pasajeros y mercancías de alta velocidad sería inmune al clima y libre de colisiones, circularía al doble de la velocidad de un avión con bajo consumo de energía y tendría almacenamiento energético para operar las 24 horas.
En 2017 se expidió a SpaceX, la empresa de Musk, la marca “Hyperloop”, aplicable al “transporte a alta velocidad de mercancías en tubos”, pero el magnate abandonó el proyecto y desmanteló la pista de pruebas del Hyperloop en Hawthorne, California, donde hoy existe un aparcamiento para los empleados de SpaceX.
Sin embargo, al estar Hyperloop explícitamente diseñado en código abierto, otras compañías en diversos lugares del mundo, incluido China, trabajan para lograr una solución comercial y viable, como la que está llevando a cabo la compañía alemana Hardt Hyperloop, que incluso ha designado a Zaragoza como hub de la red Hyperloop en el sur de Europa.
EL DATO
3.750
millones. El coste total de construcción de la primera sección del proyecto de Cargo Sous Terrain se estima en 3.600 millones de francos suizos o 3.750 millones de euros.
De la superficie al subsuelo
Mientras el concepto Hyperloop, basado en el transporte a alta velocidad de personas y mercancías, en tubos, se desarrolla en superficie, existen también otros proyectos en curso que optan por el transporte subterráneo, soterrando los tubos y liberando la superficie terrestre de tráfico y las congestiones asociadas, además de reducir la huella de carbono, al incorporar tecnologías para su captura y almacenamiento.
Se trata, sin duda, de una tecnología aún mas costosa, dada la importante obra civil que requiere, pero que no ha desanimado a un buen número de compañías a lanzar iniciativas que cuentan con el respaldo de las instituciones públicas, como es el caso de Suiza, que está construyendo una red subterránea para el transporte de mercancías que debería estar operativa en 2031.
En 2017 se expidió a SpaceX, la empresa de Elon Musk, la marca “Hyperloop”, aplicable al “transporte a alta velocidad de mercancías en tubos”, pero el magnate abandonó el proyecto, que al estar en código abierto ha sido retomado por otros emprendedores
Cargo Sous Terrain: el caso suizo
La compañía Cargo Sous Terrain está construyendo una gran red subterránea de túneles para que cápsulas autónomas transporten mercancías por todo el país que permitirían reducir la dependencia de los camiones.
Cargo Sous Terrain se presenta a sí mismo como “un sistema logístico innovador y orientado al mercado”. Su planificación y desarrollo se llevan a cabo en estrecha colaboración con los futuros usuarios; es decir, con fabricantes, mayoristas/minoristas y proveedores de servicios logísticos. Además, los principales representantes de la industria son accionistas de la empresa y contribuyen activamente al concepto de solución.
Para los operadores logísticos
Para los clientes, Cargo Sous Terrain ofrece la opción de utilizar servicios individuales o un paquete completo desde la rampa de carga hasta el destino final, lo que también incluye la logística de última milla. Y la infraestructura resultante es accesible para todos los operadores del mercado en pie de igualdad.
El primer tramo de la red Cargo Sous Terrain se extenderá desde Härkingen-Niederbipp hasta Zúrich y tendrá una longitud de unos 70 kilómetros. En este tramo existen 10 puntos de conexión (hubs). La expansión hacia otros centros logísticos y de distribución clave dentro de Suiza continuará progresivamente. Hasta 2045 se creará una red total de 500 kilómetros de longitud entre el lago de Constanza y el lago de Ginebra, con ramales a Basilea, Lucerna y Thun.
El coste total de construcción de la primera sección, incluidos el software, los centros de distribución y los vehículos subterráneos y terrestres (para su distribución en las ciudades), se estima en 3.600 millones de francos suizos.
El acceso al sistema Cargo Sous Terrain se realiza a través de los hubs, que permiten la carga y descarga de los vehículos de forma totalmente automatizada. Se utilizan elevadores verticales para introducir las mercancías en el sistema de transporte. Los hubs se crean en centros logísticos existentes y garantizan la interconexión con todos los sistemas de transporte (ferrocarril, carretera, fluvial, aéreo).
Hasta 2045 Cargo Sous Terrain creará en Suiza una red subterránea para el transporte de mercancías de 500 kilómetros de longitud entre el lago de Constanza y el lago de Ginebra, con ramales a Basilea, Lucerna y Thun
Underground Container Mover en Bélgica y CargoCap en Alemania
En Bélgica, la Universidad de Amberes y la ingeniería Denys diseñaron hace unos años un sistema logístico subterráneo que transportaría grandes contenedores de 40 pies desde una terminal de contenedores recién construida hasta un patio de clasificación ya existente y un centro de navegación fluvial planificado en la otra orilla del río. “Underground Container Mover” consiste en una cinta transportadora eléctrica de casi 21 kilómetros de longitud que transporta unos 5.500 contenedores cada día. Para ello, más de 20 pozos perpendiculares controlados por ordenador dejan caer los contenedores desde el muelle hasta el subsuelo, entre 22 y 28 metros de profundas. La cinta transportadora, que viaja a sólo 7 kilómetros por hora, ni siquiera se detiene durante la carga y descarga de los contenedores. En la web de Denys, el proyecto figura “archivado” en la sección “Dream Works”.
De la mesa de diseño a la práctica
En Alemania, la Universidad del Ruhr en Bochum trabaja en un concepto diferente: el proyecto “CargoCap”, diseñado para cargas mucho más pequeñas y con vehículos eléctricos no tripulados “Cap” sobre rieles que viajan por tuberías con un diámetro de 1,6 metros. Cada ”Cap” transporta dos europalés. El sistema alemán está diseñado para uso a escala regional (hasta 150 kilómetros) en una red mucho más fina. Cada vehículo está programado para seguir un camino determinado hasta su destino. Mientras que el sistema belga está todavía en la mesa de diseño, los ingenieros alemanes ya están realizando experimentos con un modelo a gran escala.
Una vieja aspiración
Desde hace más de un siglo las personas viajan en metro subterráneo, con las consiguientes ventajas que reporta, por lo que su aplicación al transporte de mercancías ha sido siempre una vieja aspiración de cara a alcanzar un sistema de transporte socialmente atractivo y logísticamente eficiente. Hoy en día, en todo el mundo, se transportan por oleoductos grandes volúmenes de productos químicos y petroquímicos entre puertos y complejos industriales, principalmente bajo tierra, de forma segura, fiable, rentable y con un impacto ambiental mínimo y también lo más eficiente energéticamente posible. Y las viviendas, comercios e industrias están conectados por tuberías de agua potable y alcantarillado, además de cableado.
El transporte de mercancías a través de tubos o tuberías no es nada nuevo. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, los sistemas para el transporte de correo y paquetería se convirtieron bastante comunes en la mayoría de las ciudades del mundo. En estas redes postales neumáticas, que aún se utilizan en algunos comercios y grandes edificios, pequeñas cápsulas son impulsadas mediante presión de aire a través de tubos, alcanzando una velocidad de alrededor 35 km/h
París y Berlín tenían más de 400 kilómetros de redes urbanas subterráneas que estuvieron operativas hasta finales del siglo XX; en Praga, el sistema neumático incluso funcionó hasta 2002, cuando fue dañado por una inundación. En Estados Unidos, la técnica fue abandonada en los años 50, en favor de los camiones y las nuevas tecnologías. Y en París, el sistema se volvió muy sofisticado, con mejoras a diámetros mayores y la introducción de tráfico bidireccional y navegación automática.