En 2019 se aprobó el real decreto por el que se regula la consignación de buques y en el que se producía el hito de establecer todo un desarrollo normativo para dotar de seguridad jurídica a la figura del consignatario. Uno de los instrumentos más relevantes era la creación del Registro de Consignatarios que una vez puesto en marcha sigue generando una profunda insatisfacción a nivel sectorial. ¿Qué pasa con el registro de consignatarios? ¿Cuál es su valoración?
Aunque está creado formalmente, no está funcionando al nivel óptimo que sería deseable para esta Dirección General. Digamos que tiene unas claras oportunidades de mejora que habrá que afrontar.
Hay que reconocer que tras aprobarse el real decreto en marzo de 2019, posteriormente vino una situación bastante compleja como fue la pandemia y para la Dirección General de la Marina Mercante hubo otras cuestiones que priorizar.
En cualquier caso, el Registro de Consignatarios es una cuestión que tenemos que mejorar.