barcelona. En menos de dos meses vamos a cerrar 2023 para dar paso a un nuevo año. Con la llegada de 2024 está previsto que entre en vigor la normativa ETS para el transporte marítimo y a medida que se acerca la fecha va aumentando la preocupación sobre las repercusiones que puede tener esta regulación para los puertos europeos.
Diferentes voces de alarma se pudieron escuchar el pasado viernes en una jornada organizada por Port de Barcelona sobre la inclusión del transporte marítimo en el régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea EU-ETS y que contó con la presencia del presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, y los presidentes de las autoridades portuarias de Barcelona, Algeciras y Las Palmas, además de representantes de puertos italianos y la secretaria general de ESPO. Todos los participantes en la jornada coincidieron en pedir una moratoria para la entrada en vigor del ETS por dos motivos. El primero, dar más margen al sector marítimo para adaptarse a la nueva regulación; y en segundo lugar para enmendar algunos puntos de la normativa actual que, según los participantes en la jornada, provocarían el efecto contrario al esperado y repercutiría en más emisiones. El presidente de la autoridad portuaria de Barcelona, Lluís Salvadó, enfatizó que “estamos a favor del ETS pero creemos que requiere de mejoras y margen de tiempo para empezar a aplicarlo”.
Con la aplicación del ETS, las navieras deberán pagar el 40% de las emisiones verificadas a partir de 2024, el 70% para 2025 y el 100% para 2026 en sus escalas en puertos europeos.