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Puertos del Estado mide el impacto económico que se produciría en la economía española si España no contara con los puertos de interés general

Puertodependencia: una economía sin puertos es inasumible

De entre los cinco estudios de impacto económico recientemente publicados por Puertos del Estado, el que más ha pasado desapercibido es el de “impacto estructural de la dependencia”, un contundente análisis sobre las inasumibles consecuencias de una economía sin puertos.

madrid. Puertos del Estado ha querido medir la dependencia que tiene la economía española de los puertos de interés general desde el punto de vista del impacto en los costes que tendría si España no contara con este sistema portuario.

El escenario sería muy similar al de imaginar una España situada en el corazón interior de un gran continente, sin salida al mar y, por lo tanto, sin puertos propios ni capacidad de canalizar a través de ellos su movilidad, su comercio exterior y su logística.

EL DATO
1.353.575

millones de euros. Según el estudio de Puertos del Estado, el impacto económico de la dependencia estructural del sector puertos de interés general en España desde un punto de vista dinámico ascendería a 1.353.575 millones de euros, es decir, 1,35 billones, lo que supondría el 60,4% de la producción de toda la economía española.

El estudio dibuja dos escenarios, uno estático y otro dinámico y, en ambos casos, las conclusiones son contundentes y reflejan que una economía como la española si no tuviera ninguno de sus puertos debería enfrentar una multiplicación de los costes inasumible y con un impacto definitivo en su competitividad.

Desde el punto de vista estático y atendiendo a los sectores económicos dependientes de la logística portuaria, la no existencia de los puertos españoles de interés general conllevaría un incremento en los coste con un impacto directo en la producción de 120.231 millones de euros, es decir, el 5,4% de la producción total.

A su vez, el impacto indirecto ascendería a 185.901 millones de euros y el impacto inducido a 114.202 millones.

El impacto económico de la dependencia estructural del sector puertos de interés general de acuerdo con los efectos dinámicos representaría más del 60% del total de la producción española

De esta forma, hablaríamos de un impacto total en la producción de 420.333 millones de euros, lo que supone el 18,7% de la misma.

En cuanto al efecto estático en el valor añadido bruto (VAB), de acuerdo con el estudio de OPPE hablaríamos de un impacto directo de 33.613 millones de euros, que junto con el impacto indirecto e inducido alcanzaría los 173.982 millones, es decir, el 15,4% del total.

Dicho todo esto, tal y como se recoge en el estudio encargado por Puertos del Estado, “si trasladamos el ejercicio ‘estático’ anterior a la realidad económica, el escenario de sustitución de todos los puertos españoles modificaría con cierta seguridad las estructuras de producción de todos los sectores económicos y, por tanto, modificaría los propios sectores”.

“Los reajustes logísticos que deberían afrontar las empresas dependientes para hacer frente a la sustitución de todos los puertos españoles se trasladarían, vía costes, a un reajuste de producción de todas las empresas de nuestra economía”

Esto es, “los reajustes logísticos de las empresas dependientes para hacer frente a la sustitución de todos los puertos se trasladarían, vía costes, a un reajuste de producción de todas las empresas de la economía”, lo que daría lugar a un efecto de carácter “dinámico”, pues lo que se produce es “la subida de costes que experimentan todos los sectores económicos a causa de la traslación de la subida de costes de los sectores dependientes”.

Efecto dinámico

Dicho efecto “dinámico” es aún más impactante que el estático. En concreto, el efecto directo dinámico en la producción de esta dependencia estructural de los puertos equivaldría a 420.333 millones de euros, es decir, el 18,7% de la producción española (coincidente con los efectos estáticos totales). Pero es que si además sumáramos el impacto indirecto y el impacto inducido estaríamos hablando no de millones, sino de exactamente 1,35 billones de euros, es decir, ni más ni menos que el 60,4% de la producción española.

El análisis de la “puertodependencia” en el valor añadido bruto (VAB) es muy similar. El impacto dinámico directo se situaría en los 173.982 millones de euros, el 15,4% del total de la economía, mientras que si sumamos los efectos indirectos e inducidos el impacto en el VAB llegaría hasta los 616.357 millones de euros, un 54,6% del total.

De la dependencia absoluta de la industria petrolera a la alta dependencia de la agricultura o la industria química

De acuerdo con el estudio hecho público por Puertos del Estado y tras analizar a un total de 26 sectores económicos, la desaparición de los puertos españoles implicaría un incremento de los costes y una reducción de las ventas que sumarían 120.231 millones de euros.

Como quiera que la cifra de negocios de estos 26 sectores asciende a 1 billón de euros, la desaparición de los puertos mermaría en un 12% su cifra total de negocios, es decir, que los puertos ahora mismo están representando un ahorro del 12% para estos sectores de la economía española.

El sector con un mayor impacto en términos absolutos sería el del refino de petróleo, con un incremento de los costes y reducción de sus ventas de 37.079 millones de euros, seguido por el comercio al por mayor con 25.020 millones de euros, la industria química con 23.698 millones de euros y la industria de la alimentación con 5.724 millones de euros.

Si analizamos los porcentajes, entre los sectores que con respecto a su cifra de ventas tendrían un mayor porcentaje de impacto negativo volveríamos a encontrar a la industria del petróleo (98,4%), la industria química (58,2%), la industria del papel (22%), el comercio al por mayor (19,6%), la fabricación de otros productos minerales (13,9%), las industrias extractivas (12,5%) y la fabricación de maquinaria y equipos (11,1%).

El estudio de Puertos del Estado también recoge el grado de dependencia (escala de 0 a 10) de cada sector, dato que se considera cualitativo y que muestra la percepción que experimentan las empresas por la desaparición de los puertos.

Según el estudio, es una percepción que está muy correlacionada con las reducciones de ventas. Por tanto, el grado de dependencia que aparece en el estudio se refiere “al total de la dependencia, según la perciben los sectores dependientes”.

En este sentido, el sector que muestra una absoluta dependencia de los puertos es la industria petrolífera, con un valor de 10 sobre 10.

A continuación, hasta un total de siete sectores manifiestan que tienen una dependencia de 7 sobre 10, es decir, una dependencia elevada.

Los sectores que así lo consideran son el sector de la agricultura y ganadería, el sector de las industrias extractivas, la industria química, el comercio al por menor, el comercio al por mayor y la venta y reparación de vehículos a motor.

Los sectores que se consideran a sí mismos menos dependientes son la silvicultura y explotación forestal (3) y la industria textil, las artes gráficas, la fabricación de productos metálicos, la fabricación de productos informáticos, la fabricación de productos eléctricos y la fabricación de vehículos a motor, todos estos con un 4.

Qué costes se multiplican cuando no hay puertos

El estudio sobre la dependencia estructural de los puertos españoles recoge sector por sector cuáles son los costes logísticos que más se incrementan como efecto directo del escenario de desaparición de los puertos de interés general o de su no operatividad, teniendo que abandonar su utilización y derivar las cargas a otros modos.

Si sumamos los resultados de los 26 sectores económicos analizados en el estudio, con la desaparición o no operatividad de los puertos españoles los costes de carretera serían los que más aumentarían, un 38%, seguidos de los costes de almacenamiento y gestión de stocks (16%), valor añadido (1%) y otros costes logísticos (14), que sumarían un crecimiento del 31%. Según el estudio, “este aumento tan abultado de los costes logísticos implica que las empresas empezarían a reajustar sus estrategias logísticas, lo que a su vez provocaría mayores tiempos de tránsito y costes adicionales”.

También hay que destacar el fuerte incremento de los costes marítimos por falta de conectividad (27%), así como el incremento del 14% de los costes de transporte aéreo y del 15% de los costes por utilización de puertos extranjeros.

En el caso del transporte por carretera, todos los sectores incrementarían sus costes por encima del 20%. El que más lo haría sería el sector petrolero (+65%), seguido de la industria de la madera (+61%), la fabricación de muebles (58%), la fabricación de productos de hierro (58%) y la industria química (57%). La fabricación de material eléctrico sería el menos afectado (20%).

En el caso del transporte marítimo, los sectores que más incrementarían sus costes serían la industria de papel (60%), fabricación de minerales no metálicos (58%) y la agricultura (53%). Entre los menos afectados estaría el sector farmacéutico (7%).

Por lo que respecta al transporte aéreo, el sector que más vería incrementar sus costes sería el de los productos informáticos (38%), seguido de la agricultura (37%) y los productos farmacéuticos (30%).

El mayor incremento en los costes de almacenaje se daría en la fabricación de maquinaria . En el apartado de otros costes logísticos, se multiplicarían por 2 en el sector petrolífero.

Los costes de carretera serían los que más aumentarían, un 38%, seguido de los costes de almacenamiento y gestión de stocks (16%), valor añadido (1%) y otros costes logísticos (14), que sumarían un crecimiento del 31%
El sector que más vería incrementar sus costes de transporte aéreo sería el de los productos informáticos (+38%), seguido de la agricultura (+37%) y los productos farmacéuticos (+30%)