Antes del acto de clausura se desarrolló una mesa redonda entre operadores en la que se analizaron los retos y oportunidades del transporte de contenedores frigoríficos. En la mesa intervinieron Anne-Sophie Zerlang Karlsen, Head of Global Reefer Solutions de Maersk Line; Thomas Eskesen, fundador de Eskesen Advisory; Robert Sappio, CEO de SeaCube y Stéphane Nielsen, Senior Reefer Manager de CMA CGM.
Todos los ponentes coincidieron al señalar que una de las mayores preocupaciones a las que se enfrenta el sector es la creciente escasez de contenedores frigoríficos en el mercado para dar respuesta a una demanda que incluso está modificando la duración de las campañas.
Tal y como selañó Anne-Sophie Zerlag, “no se sabe con certeza cuándo comenzará a notarse la escasez de reefers, pero es evidente que se va a producir. Factores como el incremento de la demanda en zonas como el Extremo Oriente, pueden acelerar el proceso”.
Thomas Eskesen quiso matizar que “la situación es muy preocupante porque la demanda es muy sólida y vamos a necesitar en torno a 100.000 reefers, por lo que es necesario trazar planes concretos y afrontar las contingencias de la mejor forma posible porque, en estos casos, el contenedor frigorífico no siempre es el primero”.
Por su parte, Stéphane Nielsen recordó que uno de los problemas está en la estacionalidad ya que, dependiendo de la temporada, hay que colocar un mayor volumen de equipo. “Las temporadas de la fruta o de los productos perecederos son ahora más largas, hasta una semana más cada año, lo que implica posicionar equipo durante más tiempo y más rápido. Faltan medios y hay que tratar de reducir el tiempo de llenado de un reefer, que puede tardar hasta cinco semanas hasta que se completa”.
Robert Sappio recordó que en una situación como la actual cobra una mayor importancia la planificación. “Necesitamos información de los clientes para poder hacer una buena previsión sobre la demanda”.
El diálogo entre los cuatro ponentes y el público derivó hacia el incremento de las tasas y la incongruencia de la reducción de fletes en un mercado en el que el incremento de la demanda va a provocar un alarmante descenso del equipo frigorífico disponible.
Asimismo, los representantes de las navieras explicaron que su “enorme preocupación” por esta situación que llegará en los próximos meses reside en que les obligará a rechazar reservas y a presentar un balance de cuentas poco favorable para este tráfico que, como mínimo, no invitará a hacer nuevas inversiones en equipo.