VALENCIA. Pero ¿nunca ha ejercicio de abogada?
No, nunca. Siempre he sabido que me gustaba mucho más la parte internacional que la de ir al juzgado. Me gusta más la parte de desarrollo, comercio exterior, derecho internacional y las empresas, por eso, al final, acabé en el Derecho Marítimo, que me encanta.
¿Conocía el sector marítimo antes de ejercer en él?
En realidad, no. La verdad es que mi familia ha tenido cierta relación con la parte logística de transporte, pero, en mi caso, fue por un hermano que me comentó la oportunidad de desarrollarme en este sector. Me gustaba la parte de la empresa y el puerto de Valencia estaba muy desarrollado y a nivel internacional también. Así que empecé a investigar un poco acerca de lo que era el Derecho Marítimo, las salidas que tenía y el negocio marítimo y me encantó. Fue prueba-error (sonríe).