Juan José Pérez, director de Progeco Bilbao, es desde el pasado mes de mayo el nuevo presidente de la Asociación Española de Reparadores de Contenedores (ARCE), sustituyendo a Juan Ureta, que llevaba presidiendo la entidad durante diez años.
Uno de los objetivos que se ha marcado Pérez es el de poner en valor las funciones de valor añadido que ofrecen los depots y que ningún otro eslabón de la cadena de suministro puede aportar, como son la segregación de contenedores para diferentes fines, las revisiones en cumplimiento de los programas ACEP, las inspecciones pre-viaje y programación de contenedores frigoríficos y en general la puesta a punto con garantías de cualquier tipo de contenedor.
Diario del Puerto Publicaciones entrevista al nuevo presidente de ARCE, con el que trata de analizar no sólo el presente y futuro de la asociación, sino también de todo el sector.
Hace poco fue elegido nuevo presidente de ARCE. ¿Qué objetivos se ha marcado para esta nueva etapa?
El principal objetivo de ARCE es que el trabajo que se ha venido realizando desde hace años en otras regiones sea exportado al resto de las autoridades portuarias en las que el contenedor es importante. Me refiero básicamente a Valencia y Barcelona, donde hemos realizado un buen trabajo durante los últimos años.
Una de las grandes reivindicaciones de las bases de contenedores ha sido la de estar incluidos en los Planes Directores de los puertos. ¿Hay reciprocidad por parte de Puertos del Estado para tener en cuenta esta petición?
Esta es una demanda recurrente por parte de los depots que ya está siendo tendida en cuenta en los principales puertos de Europa y de España. En la asociación estamos trabajando para que esto mejore de cara al futuro en todos los puestos en los que la actividad del contenedor está presente.
¿Qué beneficios aportaría a los depots? ¿Y a los puertos?
Los principales beneficiarios serán sin duda los clientes finales que dispondrían de más equipo y de equipo en mejores condiciones para sus exportaciones. Por supuesto también será bueno para los depots y para todos los intervinientes en la cadena logística marítima relacionada con el contenedor: transportistas, terminales, autoridades portuarias, etc.
Las bases de contenedores siempre han aportado valor añadido en la cadena logística. Con los cambios de los últimos años en el transporte marítimo ¿siguen manteniendo ese papel?
Las bases de contenedores juegan un papel clave, no sólo como espacios donde se almacenan los contenedores vacíos, que también, sino sobre todo porque son los responsables de que el equipo que llega con mercancía de importación quede preparado y sea apto para cargar las mercancías de los exportadores.
Los depósitos de contenedores son en cuanto a su función de inspector, reparador y clasificador del equipo los responsables de aportar valor añadido al contenedor. Un contenedor averiado no puede ser utilizado para su carga, y por lo tanto no tiene valor ni para su propietario ni para el cargador. Sin las inspecciones no podríamos clasificar los contenedores en función de su estado o características técnicas y asignar los contenedores según las necesidades de las cargas.
El ejemplo más fácil de entender por el elevado nivel de exigencia es el del contenedor que se utilice para transportar alimentos.
¿Son conscientes las administraciones del rol de las bases de contenedores en la cadena logística?
Cada vez hay más conciencia del papel que jugamos los depots por parte de las administraciones, pero sin duda queda camino por recorrer conjuntamente.
Uno de los grandes retos a los que debe enfrentarse el sector de las bases de contenedores es la falta de personal cualificado. ¿Cómo cree que debe solventarse este problema?
Efectivamente el problema del personal cualificado y la falta de espacio son las principales dificultades con las que nos encontramos. No creo que la falta de mano de obra sea un problema exclusivo de nuestro negocio. La solución no es fácil, los depots estamos interesados en la FP Dual cómo medio de mejorar la formación y por tanto tener personal cualificado. En el puerto de Bilbao en concreto, colaboramos con centros de formación profesional de la zona. El hecho de que el trabajo se realice a la intemperie hace más difícil si cabe encontrar personal dispuesto.